Epílogo:

El Sargentillo y compañía<

isabel carranza y luis rojo

Los protagonistas cuentan sus historias introduciendo referencias a la familia del autor, a modo de función de contacto, tejiendo así una red de alusiones y de cercanía entre el que habla y el que escucha. Se consigue así reforzar el vínculo entre los relatos. Por eso el autor, ya en primera persona, desarrolla en el epílogo algunas vivencias familiares que recuerda haber escuchado a su abuela, Isabel Carranza, fallecida años antes de escribir este libro. La casualidad ha permitido la recuperación de su voz de una cinta familiar en la que precisamente cuenta uno de los episodios que se abordan en este epílogo: el de relación que establece un niño entre la presencia de las flores y la muerte.

Por lo demás, se cuentan las historias de un cartero rural de principios de siglo, Felipe Rojo, que antes había sido sargento en la guerra de Cuba; de un músico de la banda de Oña que se ganaba la vida trabajando en el convento de los jesuitas; de los familiares que se marcharon a América a ganarse la vida, y de los que nunca más se supo; de los que más tarde tuvieron que emigrar a centroeuropa para sortear la pobreza y sí regresaron...