ARTE

La iglesia abacial de San Salvador es el monumento con mayor valor artístico de Oña, a pesar de que ha sido víctima del propio esplendor del monasterio benedictino fundado a principios del siglo XI.

iglesia de san salvador la rampla y el arco de la estrella

Tras hundirse la torre primitiva en el siglo XIX, los principales restos arquitectónicos románicos de ese periodo lo constituyen dos ventanas que han quedado en la fachada de acceso y los cuatro arcos policromados de la sala capitular, donde también se exponen los fragmentos del refectorio románico descubierto hace unas décadas durante la realización de unas obras. En el campo de la escultura destaca un cristo románico del siglo XII, en madera policromada.

cristo del sigloXII

Dentro del estilo gótico, la joya artística de la iglesia de Oña es el claustro de Simón de Colonia, construido a principios del siglo XVI por el prestigioso arquitecto. El claustro se mantiene en buen estado, con muchos elementos decorativos y arcadas con sepulcros, aunque se haya destruido la antigua fuente de doce caños que utilizaban los monjes, de la que sólo nos queda un grabado.

claustro gotico silleria gotico y panteon real

De estilo gótico es también el panteón real y condal, donde están enterrados los reyes Sancho III el Mayor de Navarra y Sancho II el Fuerte de Castilla. Su singularidad es que no está hecho en piedra o alabastro sino en madera de nogal con incrustaciones en boj. Dentro de la capilla mayor se encuentra además la hermosa sillería del coro bajo, de dos pisos y construida también en madera de nogal. En la sacristía se halla además el bello sepulcro de don Pedro López de Mendoza, obispo nacido en Oña, atribuido a la escuela de Alonso Berruguete.

El antiguo retablo mayor de la iglesia de San Salvador está ocupado por un tabernáculo dedicado a San Íñigo, el abad por excelencia del monasterio, que fue creado a mediados del siglo XVIII a costa de desmontar las tablas de pintura hispano-flamenca del siglo XV, que ahora están dispersas por diversos lugares, entre ellos la propia sacristía de la iglesia. El antiguo retablo se puede ver parcialmente en un cuadro que muestra uno de los milagros atribuidos a San Íñigo, que se encuentra en el Museo Provincial de Burgos.

claustro de los caballeros torre del cubillo en el monasterio de oņa

Dentro de la pintura destaca también el fresco de Santa María Egipciaca, del silgo XIV, que muestra a través de imágenes la vida de la santa. Este fresco fue descubierto también hace unas décadas, lo mismo que la mortaja o aljuba del conde Sancho García, de origen árabe, que data del siglo X. Esta tela está adornada con el caballo y el azor, un tema clásico del mundo islámico, y entronca con los orígenes del condado de Castilla al ser producto de un botín de guerra.

Según se llega a Oña llama la atención el gran tamaño de la fachada principal del monasterio, de estilo renacentista (siglo XVII), flanqueada por dos torreones pertenecientes en parte a la antigua muralla medieval.

restosdelaantiguamurallamedieval

La iglesia de San Juan, situada en la plaza del ayuntamiento, presenta también una torre y una portada gótica. En su interior se puede contemplar un retablo barroco originario de la antigua iglesia de Tamayo, en la actualidad un despoblado de Oña.

fachada del monasterio de oņa portico de la iglesia de san juan

Los restos de arquitectura civil y popular son escasos. Apenas quedan algunos pequeños lienzos de la antigua muralla que rodeaba a la villa, que mantiene una estructura urbana de desarrollo lineal propio de la Edad Media. La calle Barruso es una de las más antiguas y mantiene todavía su sabor medieval. De época más reciente destaca un lavadero junto a la tapia del convento.

lavadero

Aunque no figure en ninguna guía, son interesantes las pequeñas edificaciones que realizaban los pastores para refugiarse en el monte. Destaca por estar perfectamente conservado el Chozo del Callejo, en uno de los laterales de la Mesa de Oña. Se trata de una construcción íntegramente de piedra y en forma de iglú.

chozo del callejo bajo la mesa de oņa puentedelablanca

Dentro de las obras de infraestructura merece una especial mención el Puente de la Blanca, que está sobre el río Oca a 500 metros del casco urbano, y que se caracteriza por ser oblicuo y estar levantado en dos planos distintos.