José Saiz Rojo (Oña, 1921):

Con los pies en la tierra que le vio nacer

jose saiz

José Saiz lleva a gala haber ido a la escuela sin perder un día y no haber sido un “niño del termómetro”, como decía el maestro don Tiburcio de los que cuando llovía iban a clase y cuando calentaba el sol arreaban al campo a ayudar a sus padres.
Su padre trabajó siempre como encargado de obras de los jesuitas y llegó a ser alcalde de Oña en 1928. Durante la dictadura de Primo de Rivera construyó dos escuelas, una para niños y otras para niñas, y el cuartel de la Guardia Civil. En esa época su padre fue también miembro del somatén.
José Saiz recuerda que la calle Barruso la llamaron la Calle del Triunfo cuando los republicanos ganaron las elecciones, ya que la mayoría de sus votantes vivían en ella. Durante la guerra se libró del alistamiento pero entró a trabajar en el Hospital Militar, donde se dedicó a pintar de negro los ataúdes donde eran enterrados los heridos que no sobrevivían.
Estando en el ayuntamiento vivió uno de aquellos conflictos que surgían con el ganado y los pastos y una guerra del agua con los jesuitas, que desviaron el cauce de abastecimiento para mover una central eléctrica. Tuvo que intervenir el gobernador civil. Recuerda cuando en cada casa sólo había una bombilla y se pasaba de la cocina a las habitaciones por un agujero que se hacía en el techo.