En torno a la Guerra Civil

Comentario del profesor Fidel García Domínguez durante la presentación del libro

Este bloque deja constancia, una vez más, de las diversas finalidades para las que ha sido utilizado el vetusto caserón del monasterio, desde la desgraciada, por muchas razones, desamortización de Mendizábal en 1835. Gracias a esas distintas ocupaciones el viejo caserón, no se ha hundido él sólito, destino al que han llegado otros muchos monasterios de la provincia de Burgos tras la desamortización.

dia de la victoria 1937 enfermeras del hospital de oņa

Las fotos, en sí mismas, pueden revolver en algunos ciertos posos de nostalgia y de tristeza. Hay que reconocer que la ocupación del pueblo y su monasterio como Hospital de Sangre ha sido una etapa más en la vida del pueblo y de su monasterio: para algunos etapa penosa, para otros triste, para otros gloriosa... Y para quienes no lo hayan vivido presencialmente, o, años después en sus consecuencias, estas fotos no les dirán nada. A otros, como me ha pasado a mí, estas fotos nos dicen mucho, porque hay cosas que difícilmente se pueden olvidar. Yo mismo me he sentido protagonista obligado en alguna de las fotos de este bloque. Y creo que lo mejor es que sean las mismas fotos las que hablen a cada cual en el lenguaje que quiera escuchar.

personal del hospital militar de oņa soldados nacionales en oņa 1936

Y no quiero pasar por alto, otra de las ocupaciones del monasterio, durante más de ochenta años, como ha sido la de servir de casa de estudio a los jesuitas, de muchos cientos de jesuitas. A través de todos los bloques, aparecen los jesuitas, con su presencia real en algunas fotos y, en otras, se les supone por detrás de la cámara, pues son los protagonistas y artífices de muchas de ellas. Algunos de los profesores que enseñaron en este pueblo fueron autores prestigiosos en muchos campos de las ciencias religiosas y profanas y cuyos reportajes, artículos, libros y textos, hemos tenido algunos que estudiar y ahora releer con gusto. Vaya todo esto como recuerdo y homenaje.

A modo de conclusión:

Alguno dirá: y éste, ¿de dónde ha sacado todo lo que ha dicho? AI fin y al cabo, conjeturará algún otro, esto que se nos presenta no es más que un libro de fotografías, antiguas, pero fotos...

Creo, Eduardo, que este libro tiene su intención. Y es para mi, muy clara. Espero haberlo dejado explicado. Se invita a todos a hacerse con un ejemplar. Y se invita, además, a que se contemple, mejor acompañado que solo, y que cada uno se deje llevar por las intuiciones que les susciten la fotos y se hable de ello. El libro pretende provocar ideas, en torno a ciertos temas. Pretende sensibilizar a quien lo contemple: tenemos a la vista el 2011. No lo olvidemos. Este libro es como el aldabonazo de salida. Aquí se presentan unos temas. Caben otros. Nada se excluye. Pero hay que empezar a hacer algo. Algunos llevamos tiempo haciéndolo. Como dice Eduardo en la presentación escrita del libro, lo que vais a tener en vuestras manos, Oña Imágenes de ayer, es fruto de muchas horas de trabajo de investigación en archivos, en bibliotecas, en tiendas de antiguo, en Internet... - y sé muy bien de qué hablo. Yo invito a todos a leer, como se dice, entre líneas, en este caso entre fotografías. Y hablar, discutir, proponer ideas... Y dejemos trabajar al tiempo y a la reflexión. Algo surgirá. Y todo eso lo descubro, Eduardo, en éste tu libro. Por todo ello, personalmente, te doy las gracias, por la edición de este libro y por haberme invitado a presentarlo. Por todo, y a todos, muchas gracias.