MARCHAS DE OTOÑO

• Marcha de Otoño-2011 (18 kms)

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Este otoño, la marcha ha consistido en subir al alto de Tablones (1.239 mts) por la vertiente norte, en una travesía en la que tardamos cinco horas para recorrer los 18 kilómetros previstos. El descenso lo hicimos por la vertiente sur.

La marcha estaba programada para el 8 de octubre, pero un pequeño grupo que no podía estar ese día hizo un recorrido oficioso el sábado anterior, coincidiendo, por cierto, con el último día del periodo de vigilancia contra incendios, por lo que asistimos al desmonte de la alidada, un aparato que sirve para marcar las coordenadas donde se está produciendo el incendio. Por esta razón, la fotografías que ilustran el texto corresponden a dos días distintos que tuvieron un tiempo completamente diferente.

Los primero tres kilómetros fueron por el paseo del cañon del Oca, hasta Valmoral. Tras cruzar la carretera emprendimos las marcha por la antigua senda de Valdemí y la que continúa por el conocido como Vallejo de los Avellanos, que fue limpiada expresamente para ser utilizada en esta marcha, hasta llegar a Fuente la Serna, con excelentes vistas ya hacia el desfiladero de la Horadada.

En el citado Vallejo de los Avellanos vimos la ‘Chabola del Carbonero’. Ahora solo queda la parte baja, construida con piedra en la parte inferior, que está por debajo del nivel de la superficie, como si fuera un pozo de dos metros de circunferencia. Esa zona fue carboneada en 1945. La chabola tenía sobre la piedra una estructura de madera, que se recubría con cepellones y por encima se echaba un manto de ceniza de la carbonera, para impermeabilizar la techumbre. Todo eso, claro, ha desaparecido.

El acceso a la cumbre de Tablones lo hicimos cruzando el hayedo en diagonal, con las nieblas que iban y venían debido al viento del norte. Tuvimos que comer refugiados contra la pared de la caseta del personal de incendios. El descenso lo hicimos por la cara sur, mirando al Valle de Caderechas, por Peña Águila, en un descenso brusco junto a las columnas de la luz por donde discurre un camino oficial de pequeño recorrido.

Tras caer hasta el camino del Rebollar, retrocedimos un poco para visitar el roble de la Riba, el mayor de toda la jurisdicción de Oña. Se trata de un rebollo trasmochado situado a la vera de un antiguo camino y que ha sobrevivido milagrosamente a la tala. El árbol presenta la típica silueta de los robles recortados para obtener en otro tiempo ramonija para dar de comer a las cabras y támbaras para la lumbre.

De vuelta ya hacia Oña, hicimos un pequeño desvío para ver las ruinas de la ermita de las Nieves, patrona de Tamayo y lugar a donde se subía de romería cada 5 de agosto. Después ya todo fue coser y cantar por el soleado camino que baja al pueblo por Llanos.

En la subida por la cara norte vimos la vegetación propia del hábitat atlántico, con hayas, tejos, tilos, avellanos, durillos, etc, y en la bajada por la vertiente sur el paisaje vegetal cambio por completo, con la aparición de robles, quejigos, encinas y carrascas. Es incomprensible que este monte, también de transición, no haya quedado incluido dentro del parque natural de los Montes Obarenes.