•Marcha de Otoño (2014): Oña – Pino - Salas - Poza de la Sal (18 kms)
4 de octubre de 2014
Cerramos la temporada de marchas con una de 18 kilómetros que unió Oña con Poza de la Sal. Entre estas dos villas históricas existe una etapa perteneciente al sendero Raíces de Castilla, que discurre por la margen izquierda del río Oca, pero nosotros decidimos seguir el camino balizado y salimos de Oña por el camino de Valdeperros. El primer tramo coincide con el camino largo que sube hasta la Sierra, pero nosotros seguimos el trazado del camino antiguo. Hay un fragmento que permite apreciar que fue una vía importante para llegar hasta las fincas cultivables de Valdeperros, pero hoy todo el mundo accede a esta zona por el camino de Santiago, que va más abajo y se inicia en la Casamaza. El camino viejo de Valdeperros se pierde y se recupera y muchas veces es preferible andar por encima del terrero, por donde el ganado ha hecho senderillos por entre las fincas perdidas, los olmos muertos y los jerbos (serbales) secos.
Restos del camino viejo de Valdeperros Jerbo seco en Valdeperros
Por Valdeperros, al comienzo de la marcha
Llegamos hasta la Tejera, cruzamos un cortafuegos y nos adentramos por una trocha entre pinos que nos llevó hasta la Peña del Sol, donde recientemente ha sido dañado el sepulcro en forma de chimenea, de la Edad del Cobre, que está en su cima arenisca, con unas preciosas vistas hacia el Altotero, debajo del cual se encuentra nuestro punto de llegada: Poza.
Vista desde la Peña del Sol: Castellanos (en primer plano), Salas y Poza (al fondo a la izquierda)
Desde allí, en vez de bajar a Pino de Bureba por la pista, tomamos un sendero que pasa junto a las ruinas del monasterio de San Martín, hasta desembocar en el depósito de aguas, justo encima de la iglesia románica del mismo nombre. Tras echar un vistazo, dentro ya del caserío, a los restos de la ermita de San Zadornil (San Saturnino) que sostienen la actual torre del reloj, atravesamos el río Oca para subir hasta el yacimiento arqueológico que se encuentra en la cima del Mazo.
En la cumbre del Mazo de Pino, en el espigón entre los valles que riegan el Homino y el Oca
Desanduvimos el Mazo y, por tierra ya llana, tomamos caminos anchos y polvorientos con dirección a Salas de Bureba, entre tierras de cereal ya cosechado y de girasoles ciegos y agotados por el sol. Los montes del entorno de la Mesa de Oña se quedaron rápidamente atrás, cubriendo la retaguardia del grupo. Los corzos son siempre una sorpresa por estos lares.
Por Los Llanos, entre Pino y Salas, con la Mesa de Oña al fondo
Antes de llegar a Salas de Bureba, el grupo hizo una parada para reponer fuerzas en el merendero de una chopera recién talada, junto al río Homino.
Salas nos recibió con sus cantarines regatos. Cruzamos la carretera por un costado del pueblo, por el sendero junto al arroyo, sin pararnos a ver sus casas fortificadas o sus peculiares soportales.
Sendero de Salas junto al arroyo
En vez de tomar el camino de los Molinos, donde se encuentra también una fábrica de luz, y por donde transcurre el trazado del sendero de Raíces de Castilla, nos dirigimos en diagonal por una camino que nos acercó hasta la ermita de San Blas, ya en Poza.
Poza de la Sal desde el barrio de Los Corrales
Entramos a la villa salinera por el barrio de Los Corrales, desde donde hay una buena perspectiva del centro del pueblo, situado al otro lado de la carretera que sube al páramo de Masa. Antes de comer, algunos senderistas se refrescaron con cerveza en el bar Orejas de la luminosa plaza con vistas a la Bureba y otros en la Fuente Vieja y sus aledaños, un bonito lugar de esparcimiento restaurado con acierto, apto para remojarse los pies después de la caminata o para aspirar el intenso olor del otoño y de los pimientos rojos asados. Una vez recuperados, comimos en el restaurante El Salero. El autobús de Pachín nos devolvió sanos y salvos a Oña.
En la Fuente Vieja de Poza
En el Arco de la Concepción o Puerta del Conjuradero, de Poza de la Sal
En el restaurante El Salero, de Poza
Los 22 integrantes del grupo en la Fuente Vieja de Poza
Gato cerca de la casa natal de Félix Rodríguez de la Fuente