Tamayo es un pueblo en ruinas y deshabitado. Visitar sus antiguas y estrechas calles y comprobar cómo la vegetación invade sus casas derruidas nos sumerge en un mundo en el que el tiempo se ha detenido.
El ocio y el turismo relacionado con la naturaleza tienen muchas opciones en Oña y sus alrededores. La escalada de las paredes calizas situadas junto al cañón del río Oca y en el desfiladero de la Horadada son también una buena oportunidad para practicar los deportes de aventura.