Se recogen aquí los topónimos que dentro de los términos municipales de las localidades de Oña y Tamayo, ambas en Burgos, aparecen incluidos en el Catastro del Marqués de la Ensenada, del año 1751. La tercera parte de los 180 nombres de lugar que contiene este catastro ha desaparecido en la actualidad. Estos topónimos desconocidos nos ayudan a completar la configuración geográfica, social y económica de esta zona de Castilla a través de su historia. Hasta ahora se conocía un amplio repertorio de topónimos de origen medieval, gracias a la documentación del monasterio benedictino de San Salvador de O&ntilse;a (1011), y con los nombres aportados por el Catastro del Marqués de la Ensenada encontramos la llave toponímica que une la Edad Media y el siglo XXI en esta parte del territorio primitivo donde nació el castellano.